Machine a temps dix

Los sombreros me han enamorado desde niña. Desde bebé siempre han adornado mi cabecita con estos accesorios -recuerdo en especial uno en paja de color rojo que mi abuela aún guarda para un posible bisnieto-. Y la obsesión por ellos ha ido creciendo a lo largo de los años. Pero parece que llevar un sombrero grande hace que la gente te mire raro por la calle. Pero me da igual. Me chiflan y seguirán siendo una obsesión en todos sus estilos: boinas, gorras, fedoras, canotiers...
Este de las fotos tiene ya casi veinte años. El adorno de flores se lo colocó mi madre para darle un toque especial poniendo la guinda al look escogido para la boda de unos amigos.
Si, voy coleccionandolos :P





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