Bohèmienne.




El calor era insoportable a pesar de ser las horas tempranas de la mañana. El bochorno de agosto aún perduraba en el mes de septiembre. Se sacó el sombrero y se secó el sudor de la frente con un pañuelo. Después, sofocó su sed con el agua fresca de una fuente y remojó su faz y su nuca.
A pesar del cansancio, la jornada había sido provechosa. El paseo por los viñedos de su potencial proveedor eran todo lo que le habían dicho sus asesores y aún más. La uva era exquisita, las instalaciones con las últimas novedades. Y el aire especial de Granada junto con un exitoso negocio vencían la caída de sus párpados cansados.
Unas risas femeninas le hicieron volverse. Quizás fuera el sofoco, como un hombre perdido en el desierto que sigue un espejismo; pero aquella muchacha, vestida de uniforme colegial, acompañada por su aya, con aquella sonrisa, inocente, le robó el corazón con la primera mirada. Pasaron frente a él. Él sin dejar de mirarla, ella apartando la mirada ruborizada y ya sin sonrisa. Su haya acelerando el paso, casi tirando del brazo de la niña, consciente de las miradas de aquel desconocido.
Desaparecieron por las calles adoquinadas, doblando una esquina.
El cansancio desapareció por completo. Ahora que ya había obtenido lo que quería de la ciudad de Granada, pero iba a llevarse algo más de la ciudad. Se prometió encontrarla. Aquella joven iba a convertirse en su mujer.
Sangre granadina corre por mis venas y será por eso que siento atracción por los volantes.
El look de hoy, un precioso vestido de estampado hawaiano con volantes y sensual apertura en el lateral, a priori parece destinado a un evento especial. Septiembre es un mes elegido para eventos como las BBC y yo sin duda habría elegido este para una boda de tarde o celebrada en la playa por su versatilidad; ya que casa perfectamente con unos tacones o con zapato plano. Aun así, me propuse volverlo más casual y opté por una chaqueta de punto, sin romper mucho con la cromática del vestido, bailarinas y un bolso XXL para darle ese punto de día a día. Un outfit muy minimalista para que destacase el dibujo del vestido.
Como maquillaje, labios rojos y maquillaje nude. El rojo está de moda.
Finalmente, hice un experimento fashion y me puse unas sneakers también rojas. Una foto digna de novia a la fuga. ¿No creéis?









Vestido/Dress: Veintitantos
Bailarinas/flats: Zara (S/S 2014)
Bolso/Bag: Stradivarius
Chaqueta/Cardigan: Sfera (old)

2 comentarios:

  1. Patri, qué ternura la historia de la niña que pasea con su aya por Granada y enamora al hombre cansado. Me encanta.
    Y tu vestido también me encanta. tiene unos colores preciosos, un estampado de los que sientan bien y además da fuerza y te queda divino.
    Estás fabulosa en rojos.
    Mil besos

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    1. Me encanta que te guste la historia. La verdad, me tomé una pequeña -gran- licencia literaria. Pero, en esencia, es la historia de como se conocieron los abuelos maternos de mi abuela Julia (de la que siempre hablo). No sé exactamente si él se encontraba en Granada por negocios, pero sí puedo decirte que tal cual la vio a la vuelta del colegio, fue tras ella y pidió su mano para llevársela a Madrid, donde efectivamente tenía una vinacoteca.
      Besos y gracias mil siempre por tus comentarios^^

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