Sonnent les cloches.

Hace unas semanas me quejaba de no tener planes de boda a la vista y en apenas dos semanas me encuentro con dos eventos de estas características. Una, este mes de agosto y otra para el año que viene. Ambas complemente antagónicas: la primera una pequeña ceremonia civil y de mañana; la segunda, de noche, también en agosto. Pero como ya sabemos hay una serie de prerrogativas y protocolos a seguir eb esta especie de eventos, aunque en los últimos tiempos se hayan roto varios cánones tradicionales.

Para las bodas de mañana está permitido llevar pamela y tocado, y debemos vestir de corto. El largo está permitido solamente para la madrina y normalmente en una ceremonia religiosa.

Este vestido me llamó desde el primer momento en que lo vi. Y la verdad, no sabía por qué lo veía en todas partes. Hasta que, por casualidad, me di cuenta del origen del fenómeno:Paula Echevarría lo había sacado en su blog en color blanco. Pero, en el color del mío, no lo he visto ni en redes sociales ni en webs.
El vestido da mucho juego. Puede ser casual o más elegante. Y esta es la opción por la que me he decantado en esta ocasión que bien podría ser la solución para muchas de vosotras que ahora, como yo, están en busca del perfecto modelo de invitada.
Un sombrero con adorno floral y unas sandalias de color son los complementos perfectos para darle ese toque festivo a este precioso vestido de encaje en forma de pequeñas flores, con alma boho. El toque divertido lo ponen los madroños del escote y mangas.
El maquillaje en tonos tierra y malva y labios en tono ciruela.
Espero que os guste.