Entre le blanc et le noir.

La vida está llena de momentos blancos y negros. Momentos de tristeza instantánea, negatividad sobrevenida e inesperada, y sin razón aparente. Momentos en el que el color parece desaparecer, haciendo que lo que percibimos se tizne de la neblina que como una venda parece cubrir nuestros ojos. 

En la vida no todo es blanco o negro: siempre hay una amplia gama de tonalidades grises.

Y hay que saber mirar hacia el futuro, de frente, apretando el paso. Para atrás... ¡ni para coger impulso! 

El post de hoy no sólo quiere reflejar un simple outfit, sino algo así como una historia, una representación de esos instantes vitales, muy nuestros, de pensamiento interno y profundo, en los que seguro os habéis sumido, como yo, alguna vez. No hablo de pensamientos lúgubres, no; simplemente, un parón en la actividad diaria (esa pausa, en la que parece detenerse el tiempo y el espacio, ese blanco y negro) en la que -por lo menos yo- me paro a reflexionar en mi día a día, en lo que me gustaría, en lo que efectivamente estoy haciendo... me lo planteo y replanteo. Me viene la pregunta: ¿Y si...?

Como con este look, dónde llevo un vestido de print geométrico -que pobrecito, cuántos años tiene ya- que compré para la confirmación de mi hermano y que nunca pensé (nunca digas nunca) que llegaría a combinar con unas sneakers. 

Feliz domingo.

                                                   

Vestido / dress: Formul@ joven -ECI- (old, old)

Cazadora de cuero / leather jacket: Zara (old)

Zapatillas / sneakers: Adidas superstar.